¿Has oído mencionar el concepto de INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Actualmente los investigadores han descubierto que las personas que más éxito tienen en la vida no son precisamente las más inteligentes o más brillantes académicamente, sino aquellas que poseen mayor inteligencia emocional.

Investigadores de Harvard se han dado a la tarea de medir el cociente intelectual de estudiantes universitarios. Les han seguido la pista durante 20 años y para su sorpresa, aquellos estudiantes que 20 años antes obtuvieron las más altas calificaciones en inteligencia no fueron precisamente los más exitosos. El éxito, entendido por los investigadores como: productividad, salario logrado, categoría profesional alcanzada, satisfacciones en la vida manifestadas, felicidad expresada, relaciones amorosas conseguidas y mantenidas durante la vida, se debió precisamente al desarrollo de su inteligencia emocional.

¿Has oído mencionar el concepto de INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Actualmente los investigadores han descubierto que las personas que más éxito tienen en la vida no son precisamente las más inteligentes o más brillantes académicamente, sino aquellas que poseen mayor inteligencia emocional.

Investigadores de Harvard se han dado a la tarea de medir el cociente intelectual de estudiantes universitarios. Les han seguido la pista durante 20 años y para su sorpresa, aquellos estudiantes que 20 años antes obtuvieron las más altas calificaciones en inteligencia no fueron precisamente los más exitosos. El éxito, entendido por los investigadores como: productividad, salario logrado, categoría profesional alcanzada, satisfacciones en la vida manifestadas, felicidad expresada, relaciones amorosas conseguidas y mantenidas durante la vida, se debió precisamente al desarrollo de su inteligencia emocional.

Entonces, ¿qué características y comportamientos mostraron las personas realmente exitosas o emocionalmente inteligentes, es decir, aquellas que lograron el éxito personal, familiar y profesional?

Al parecer eran personas que lograban controlar sus miedos e inseguridades ante los diversos retos y dificultades de la vida. Fueron individuos que sabían contener sus desplantes emocionales agresivos, no obstante la frustración o el acoso imprudente de otra persona. Se caracterizaron como personas que sabían posponer y manejar sus impulsos, deseos o caprichos, por más intensos y apremiantes que éstos fuesen. También como personas exitosas, mostraron una alta capacidad para sobreponerse a los fracasos y las frustraciones, y aún a las pérdidas de seres queridos o valoradas posesiones. Aún más, estos profesionistas exitosos mostraron una finísima habilidad para comprender a otras personas y llevarse bien con ellas, y una especial astucia y tolerancia para soportar a las personas menos amigables y de trato más desagradable.

¿Pueden aprenderse estas habilidades? ¿Puedo incrementar yo mi coeficiente emocional y convertirme en un mejor esposo o esposa, en un mejor hijo o hija, o en un trabajador más eficiente y exitoso, o sencillamente en una persona con más capacidad de tolerancia al estrés y a las crisis actuales? Esto me permitiría a su vez ser una persona más eficiente y productiva.

El Diplomado en INTELIGENCIA EMOCIONAL abre muchas de estas posibilidades.

Más aún, hoy por hoy la capacitación en el manejo y control emocional y en la solución de problemas sociales en todo profesionista mexicano se torna prioritaria, por las siguientes razones que todos reconocemos. a) Actualmente los mexicanos vivimos tiempos difíciles debido a la lacerante pobreza y desigualdades sociales. b) Cargamos un estigma tan enquistado en nuestra sociedad – llamado corrupción – que urge concientizarnos y reeducarnos para erradicarlo. c) Vivimos actualmente una violencia social sin límites y tan cruenta, que nos hace pensar en un país con extensa psicopatía y escisiones sociales muy lacerantes. d) Aunadas a estas razones, nos encontramos en un mundo cada vez más hostil y competitivo (y totalmente globalizado) que demanda respuestas integrales más humanas, emocionalmente controladas y racionalmente guiadas. Todo esto nos sugiere que necesitamos urgentemente mejorar nuestras habilidades para controlar nuestro estrés y emociones, y construir relaciones sociales más armoniosas y solidarias. Esto en síntesis implica incrementar nuestro cociente emocional. El Diplomado en Inteligencia Emocional va dirigido a este importante objetivo.

Es por ello que el CID San Francisco se ha dado a la tarea de ofrecer el diplomado en Inteligencia Emocional, ya en su 19° Edición en la Ciudad de Chihuahua.